sábado, 18 de abril de 2015

Comentario de texto. "Manuscritos..." Textos 14-21



Comentarios 14-21 (líneas 210-266)

Texto 14

“(VI) La actividad social y el goce social no existen, ni mucho menos, en la forma única de una actividad inmediatamente comunitaria y de un goce inmediatamente comunitario, aunque la actividad comunitaria y el goce comunitario es decir, la actividad y el goce que se exteriorizan y afirman inmediatamente en real sociedad con otros hombres, se realizarán dondequiera que aquella expresión inmediata de la sociabilidad se funde en la esencia de su ser y se adecue a su naturaleza.”

Toda actividad humana es social; todo goce humano, incluido el goce individual, es también y al mismo tiempo social. Las actividades sociales no son solo aquellas que realiza la comunidad en general, sino también  las que realizamos los hombres particularmente, porque el hombre es un ser social y esa sociabilidad pertenece a su naturaleza.

Texto 15

“Pero incluso cuando yo sólo actúo científicamente, etc., en una actividad que yo mismo no puedo llevar a cabo en comunidad inmediata con otros, también soy social, porque actúo en cuanto hombre. No sólo el material de mi actividad (como el idioma, merced al que opera el pensador) me es dado como producto social, sino que mi propia existencia es actividad social, porque lo que yo hago lo hago para la sociedad y con conciencia de ser un ente social.”

Ese  carácter social que constituye al hombre se expresa en algo tan individual como es la labor científica, puesto que el hombre, lejos de ser un producto abstracto o un autoproducto, es el fruto de una interacción social de la misma forma en que, como el propio Marx afirma, el lenguaje que utiliza –su propia actividad mental- no son en sí mismos sociales y no solo individuales.

Texto 16

“Mi conciencia general es sólo la forma teórica de aquello cuya forma viva es la comunidad real, el ser social, en tanto que hoy en día la conciencia general es una abstracción de la vida real y como tal se le enfrenta. De aquí también que la actividad de mi conciencia general, como tal, es mi existencia teórica como ser social.”

Es social mi conciencia, porque es la forma como yo me represento la vida en la sociedad. No hay conciencias individuales en el sentido de absolutamente distintas de lo que sucede en la sociedad. No es el individuo el que produce su conciencia sino la sociedad. Lo único que varía es la forma abstracta, teórica, de esa representación.

Texto 17

“Hay que evitar ante todo el hacer de nuevo de la «sociedad» una abstracción fren- te al individuo. El individuo es el ser social. Su exteriorización vital (aunque no aparezca en la forma inmediata de una exteriorización vital comunitaria, cumplida en unión de otros) es así una exteriorización y afirmación de la vida social. La vida individual y la vida genérica del hombre no son distintas, por más que, necesariamente, el modo de existencia de la vida individual sea un modo más particular o más general de la vida genérica, o sea la vida genérica una vida individual más particular o general.”

La sociedad no existe como algo separado del individuo sino íntimamente relacionada con él. Las acciones individuales son también sociales. Lo individual y lo social o genérico van al unísono, aunque se manifiesten de forma diferente. El individuo es la forma particular como el género se concreta (en cada individuo considerado separadamente) o se extiende (el género no se da en un solo individuo sino en muchos).

En conclusión, esto impide:

1.      Que la sociedad pueda ser concebida en abstracto, esto es al margen de los individuos que la constituyen.

2.      Que los hombres puedan ser concebidos en abstracto, es decir al margen de la sociedad a la que pertenecen.

Texto 18

“Como conciencia genérica afirma el hombre su real vida social y no hace más que repetir en el pensamiento su existencia real, así como, a la inversa, el ser genérico se afirma en la conciencia genérica y es para si, en su generalidad, como ser pensante.”

La interrelación individuo-sociedad se da también en el plano de la conciencia, que no es meramente individual sino genérica. La conciencia está siempre haciendo referencia a la vida social y la vida social se hace presente en la conciencia del individuo. El ser genérico, que es la esencia humana en su pleno desarrollo y actualidad, la máxima expresión en que se manifiesta el ser humano como tal, plenamente emancipado, está presente en la conciencia que el ser humano tiene de sí como género, como miembro de la especie humana. 

Texto 19

“El hombre así, por más que sea un individuo particular (y justamente es su particularidad la que hace de él un individuo y un ser social individual real), es, en la misma medida, la totalidad, la totalidad ideal, la existencia subjetiva de la sociedad pensada y sentida para sí, del mismo modo que también en la realidad existe como intuición y goce de la existencia social y como una totalidad de exteriorización vital humana.”

Marx ahora matiza la interrelación individuo-sociedad acudiendo a la oposición dialéctica entre lo particular y la totalidad. El individuo particular concreta la totalidad que es la sociedad. El individuo encarna como sujeto a la sociedad, de la que tiene conciencia y sentimiento. Esa sociabilidad aparece en la intuición, en el goce y en todas las formas como el individuo exterioriza su vida.(

Texto 20

“Pensar y ser están, pues, diferenciados y, al mismo tiempo, en unidad el uno con el otro.”

También hay una relación dialéctica entre pensar y ser. La esfera del ser y la esfera del pensar son esferas distintas, pero una no se da sin la otra . Sin el ser no se da el pensar, pero sin el pensar tampoco hay ser.

Texto 21

“La muerte parece ser una dura victoria del género sobre el individuo y contradecir la unidad de ambos; pero el individuo determinado es sólo un ser genérico determinado y, en cuanto tal, mortal.”

El género, es decir, la especie humana necesita del individuo. Sin individuos humanos no hay especie humana. Aunque el individuo es mortal, el género necesita de él para expresarse. El género se “determina”, se hace existente en el individuo.


Comentario de texto. "Manuscritos..." Texto 13


Texto 13 (líneas 210-219)


Hemos visto cómo, dado el supuesto de la superación positiva de la propiedad privada el hombre produce al hombre, a sí mismo y al otro hombre; cómo el objeto, que es la realización inmediata de su individualidad, es al mismo tiempo su propia existencia para el otro hombre, la existencia de éste y la existencia de éste para él. Pero, igualmente, tanto el material del trabajo como el hombre en cuanto sujeto son, al mismo tiempo, resultado y punto de partida del movimiento (en el hecho de que ha de ser este punto de partida reside justamente la necesidad histórica de la propiedad privada). El carácter social es, pues, el carácter general de todo el movimiento; a como es la sociedad misma la que produce al hombre en cuanto hombre, a también es producida por él. La actividad y el goce son también sociales, tanto en su modo de existencia como en su contenido; actividad social y goce social. La esencia humana de la naturaleza no existe más que para el hombre social, pues lo a existe para él como vínculo con el hombre, como existencia suya para el otro y existencia del otro para él, como elemento vital de la realidad humana; sólo a existe como fundamento de su propia existencia humana. Sólo entonces se convierte para él su existencia natural en su existencia humana, la naturaleza en hombre. La sociedad es, pues, la plena unidad esencial del hombre con la naturaleza, la verdadera resurrección de la naturaleza, el naturalismo realizado del hombre y el realizado humanismo de la naturaleza.



Exposición de la temática del texto


En este capítulo del tercer manuscrito, perteneciente a los “Manuscritos de economía y filosofía”, de donde se extrae el fragmento, Marx reflexiona acerca de las consecuencias del trabajo alienado y de manera muy particular sobre su resultante más decisiva, la propiedad privada. El comunismo se presenta en principio como la mejor forma de superar los efectos nocivos que para la humanidad tiene la pervivencia de este régimen de propiedad. Marx procede a continuación a un análisis crítico de las distintas formas en que el comunismo se puede materializar. En el fragmento, en concreto, Marx analiza el comunismo como recuperación del ser humano en tanto que ser social.

Liberado de la servidumbre que constituye la propiedad privada surge el ser humano como auténtico ser social, es decir, como ser para sí al tiempo que para los demás.

En este nuevo escenario, el ser humano como género, es decir, el ser humano que actúa no como individuo aislado sino como miembro del género humano al que pertenece y libre de las ataduras del trabajo enajenado, hace de su trabajo auténtica vida social en la que como sujeto se trata a sí mismo y a los demás como sujeto eminentemente social. De ahí parte el goce social expresado en este texto.

De esta manera desaparece la confrontación entre individuo y sociedad y la que se establece entre naturaleza y hombre. La vida individual se convierte en una forma más de la vida social y la existencia natural del hombre se vuelve parte de su existencia humana.

La historia del ser humano es parte de la historia de la naturaleza puesto que es la historia de la humanización de ella misma. Si la naturaleza hace al ser humano, también el ser humano transforma actuando ambos en un bucle permanente.

Cuando Marx habla de naturalismo quiere expresar la afirmación de lo natural que habita en el hombre; cuando habla de humanismo en la naturaleza quiere con ello expresar la naturaleza transformada por la acción del hombre; y cuando párrafos más arriba planteaba la ecuación naturalismo=humanismo, quiere dar a entender la perfecta síntesis superadora que se produce en la dialéctica de los contrarios al influirse y transformarse recíprocamente. Dicha síntesis solo es posible cuando toda enajenación, en especial la que tiene su origen en la economía y en la propiedad privada, ha sido resuelta.

Justificación desde la posición filosófica del autor.

En general, por enajenación, o alienación, viene a significar “enajenación” o “extrañación”: la situación del ser humano de estar en otro, en algo ajeno: no tiene el control de su propio pensamiento, ni, por supuesto, el control de sus propias decisiones, dependiendo de un poder que le resulta extraño. El trabajo enajenado (alienado) separa al ser humano de su propia esencia y hace de la vida de ese ser humano algo separado de su ser como género (humano). Podemos señalar varios tipos de alienación: la alienación social, política, ideológica y religiosa. Pero el tipo de alienación que es el fundamento de las anteriores, es la alienación económica. Esta alienación tiene lugar cuando el producto del trabajo pasa a ser propiedad de otro, del propietario de los medios de producción, y tanto el producto fabricado como el propio trabajador se convierten en mercancías. El producto se queda en el mercado y el trabajador no consigue realizarse en el proceso productivo, sino que sufre y se deshumaniza, convirtiéndose en una cosa entre las demás que también puede ser vendida y comprada (su fuerza de trabajo) en el mercado.

El hecho de que este estado de alienación se conserve sin que un proceso de liberación conduzca a la desalienación de la humanidad, que se producirá con el comunismo, se debe a la ideología. Por ella se entiende al conjunto articulado de conceptos, símbolos, mitos, creencias, valores e ideas que se dan en una situación determinada y que pretenden explicarla, justificarla y, en la medida de lo posible, perpetuarla. Cuando a lo que asistimos es a un estado de dominación (del hombre sobre la mujer, o de una clase social sobre otra), la ideología se convierte en un instrumento para garantizar tal dominio de manera que sea aceptado por el dominado sin necesidad de acudir a otros procedimientos, como la violencia física. En definitiva, la ideología es una representación falsificada de la realidad creada con el objeto de ocultar las desigualdades económicas, sociales y políticas a aquellos que las sufren, una forma de generar una “falsa conciencia” de la realidad con el objetivo de mantener en la pasividad a las clases subalternas.

La explicación de la alienación a partir de la actividad productiva del ser humano encuentra su raíz en lo que constituye la naturaleza humana. El trabajo, la producción entendida como actividad práctico-productiva, constituye la esencia del ser humano (el ser humano se diferencia de los animales a partir del momento en que empieza a producir sus medios de vida). Es un animal no solo sociable, sino que consiste y se constituye en la sociedad; y su naturaleza consiste en la producción de su vida, que lo constituye en una doble relación: con la naturaleza y con los otros seres humanos, con la sociedad (relación social). En consecuencia, la esencia humana es, en realidad, el conjunto de las relaciones sociales, como Marx plantea en este texto que que comento. La alienación del ser humano se produce, entonces, en una determinada estructuración económico social histórica (con el trabajo enajenado y a propiedad privada); no en vano el ser humano mismo es histórico.

Al plantear la radicalidad del ser humano como ser natural humano y como sujeto, podría entenderse el marxismo como un humanismo. Humanismo porque promueve una crítica y una lucha contra la alienación del ser humano, que tiene como fin acabar con su explotación, con su conversión en cosa, y lograr su liberación.  Porque niega la existencia de un ser distinto y superior a la naturaleza y al ser humano. Por último, es un humanismo en cuanto que Marx afirma (sobre todo en el período juvenil, al que pertenecen los Manuscritos), que el ser humano es el principio de la sociedad, el sujeto de la historia y, en consecuencia, la base explicativa de su concepción teórica del mundo y de la historia. Pero junto a la radicalidad del ser humano como sujeto, se da también su relacionalidad y su carácter de resultado, en cuanto el ser humano es el conjunto de las relaciones sociales, con lo que podría considerarse resultado de un todo que lo configura y explica. Y si es resultado, difícilmente puede ser principio teórico-científico de explicación de la sociedad y de la historia (humanismo).

La integración y superación de esta aparente contradicción puede entenderse a partir del materialismo histórico, la teoría científica propuesta por Marx para explicar la estructura y el cambio de las sociedades. De ella podemos extraer las siguientes tres tesis:1) El factor determinante de historia es la relación entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. La historia consiste, en último término, en el proceso real de la producción material de la vida, la sucesión de los modos de producción. El motor de la historia es, pues, la lucha de clases. 2) En la historia, en la determinación y la configuración de su desarrollo se da una relación dialéctica entre la infraestructura (estructura económica) y la sobreestructura, si bien el fundamento económico constituye, en última instancia, el principio de explicación. 3) El vector o fin al que se dirige la historia es la desaparición de las clases y la instauración del comunismo. La marcha de la historia, acelerada por la acción del proletariado, finalizará en una sociedad comunista, acabando con las alienaciones permitiendo la realización total del ser humano. El final de esta prehistoria de la humanidad se producirá con el socialismo y la fase final, el comunismo, empezando la  verdadera historia de la humanidad. Pero ello no podría  suceder si el proletariado, la clase social explotada y alienada, no asume esa condición de sujeto revolucionario. La síntesis entre humanismo y dialéctica de la historia surge con la posibilidad de que los individuos que componen el proletariado, adquiriendo conciencia de su situación, conciencia de clase, puedan superar el estado de alienación y conciencia ideologizada accediendo al ideal revolucionario. El comunismo sería la plena emancipación y apropiación por parte del ser humano de su esencia genérica. En esto consiste el comunismo que Marx plantea en este texto, y más adelante, tras haber sometido a critica otras propuestas de comunismo.



jueves, 16 de abril de 2015

Comentario de texto. "Manuscritos..." Textos 8-12


8) Es fácil ver la necesidad de que todo el movimiento revolucionario encuentre su base, tanto empírica como teórica, en el movimiento de la propiedad privada, en la Economía.

Para superar la propiedad privada no solo basta negarla empíricamente, sino también teóricamente, para lo que es necesario realizar un análisis económico profundo del funcionamiento del capitalismo.

9) Esta propiedad privada material, inmediatamente sensible, es la expresión material y sensible de la vida humana enajenada. Su movimiento -la producción y el consumo- es la manifestación sensible del movimiento de toda la producción pasada, es decir, de la realización o realidad del hombre.

Marx afirma que la propiedad privada es el resultado del trabajo enajenado, ahora bien, es la propia alienación de este trabajo la que impide la actividad libre, consciente y universal a través de la cual el hombre puede expresar su verdadera esencia humana. Nuestro autor no reduce la enajenación al ámbito del trabajo y de la producción sino que la amplía al campo del fruto de este trabajo,  el de la cosa producida que termina siendo ajena al trabajador, es decir, que le es enajenada.

El producto del trabajo enajenado se convierte en mercancía, se cosifica en el mercado de la misma manera que también se vuelve mercancía el trabajador y hasta las propias relaciones sociales desplegadas en el mundo  del trabajo

10) Religión, familia, Estado, derecho, moral, ciencia, arte, etc., no son más que formas especiales de la producción y caen bajo su ley general. La superación positiva de la propiedad privada como apropiación de la vida humana es por ello la superación positiva de toda enajenación, esto es, la vuelta del hombre desde la Religión, la familia, el Estado, etc., a su existencia humana, es decir, social.

Todo el entramado cultural, político, jurídico y social queda fagocitado por el sistema de producción y más concretamente por lo que constituye su verdadero centro motor, el trabajo alienado. Marx, superando la concepción de Feuerbach sobre el ser humano como un ser contemplativo y socialmente indiferenciado, alcanza a definir al ser humano como un ser esencialmente social, perteneciente a una clase social y determinado por el entramado económico en el que habita y desarrolla su vida. Son las condiciones materiales de la existencia del ser humano las que lo constituyen como tal ser humano. En esto último Marx supera al pensamiento de Feuerbach para quien la religión, la sociedad y el poder político son simples especulaciones abstractas, meras ideas desconectadas de las condiciones materiales de vida en las que efectivamente tiene lugar la vida de los seres humanos.

Religión, familia, Estado, derecho, moral, ciencia, arte… son instancias que quedan dentro de una esfera que las engloba a todas: la esfera de la economía, el sistema de producción (o modo de producción) que tiene por base el trabajo alienado y su consecuencia natural, la propiedad privada.

Por ello, la superación de la enajenación del trabajo abre el camino a la emancipación de todos los otros tipos de enajenación (religiosa, política, social…)

11) La enajenación religiosa, como tal, transcurre sólo en el dominio de la conciencia, del fuero interno del hombre, pero la enajenación económica pertenece a la vida real; su superación abarca por ello ambos aspectos. Se comprende que el movimiento tome su primer comienzo en los distintos pueblos en distinta forma, según que la verdadera vida reconocida del pueblo transcurra más en la conciencia o en el mundo exterior, sea más la vida ideal o la vida material. El comunismo empieza en seguida con el ateísmo (Owen), el ateísmo inicialmente está aún muy lejos de ser comunismo, porque aquel ateísmo es aún más bien una abstracción...

Marx se fija ahora en dos formas de alienación: la alienación religiosa y la alienación económica. La primera se sitúa en lo que más tarde va a llamar superestructura; y la segunda, en la infraestructura, en la base económica de la sociedad. La superación de la situación de alienación humana se puede iniciar desde la esfera ideológica (en este caso, religiosa) o desde la esfera económica, a la que Marx llama “vida real”. La superación de la alienación ideológica se inicia en países atrasados económica y socialmente, como fue la Alemania de la primera mitad el siglo XIX (por otra parte, muy avanzada intelectualmente). Allí el ateísmo es la primera forma de superación de la alienación humana, porque prescinde de un Dios que se presenta opuesto al hombre. La superación de la alienación económica se inicia en un país como Francia, más desarrollado en aquella época social y económicamente que Alemania.

12) La filantropía del ateísmo es, por esto, en primer lugar, solamente una filantropía filosófica abstracta, la del comunismo es inmediatamente real y directamente tendida hacia la acción.

Aun así, el ateísmo es solo una superación teórica de la alienación porque se realiza únicamente en el plano del a conciencia y no en la vida real. La superación real está volcada a la praxis, a la acción


miércoles, 15 de abril de 2015

Comentario de texto. "Manuscritos..." Texto 8



Texto 8 (líneas 141-156)

(V) El movimiento entero de la historia es, por ello, tanto su generación real -el nacimiento de su existencia empírica- como, para su conciencia pensante, el movimiento comprendido y conocido de su devenir. Mientras tanto, aquel comunismo aún incompleto busca en las figuras históricas opuestas a la propiedad privada, en lo existente, una prueba en su favor, arrancando momentos particulares del movimiento (Cabet, Villegardelle, etcétera, cabalgan especialmente sobre este caballo) y presentándolos como pruebas de su florecimiento histórico pleno, con lo que demuestra que la parte inmensamente mayor de este movimiento contradice sus afirmaciones y que, si ha sido ya una vez, su ser pasado contradice precisamente su pretensión a la esencia.

Es fácil ver la necesidad de que todo el movimiento revolucionario encuentre su base, tanto empírica como teórica, en el movimiento de la propiedad privada, en la Economía.

Exposición de la temática del texto

En este capítulo del tercer manuscrito, perteneciente a los “Manuscritos de economía y filosofía”, de donde se extrae el fragmento, Marx reflexiona acerca de las consecuencias del trabajo alienado y de manera muy particular sobre su resultante más decisiva, la propiedad privada. El comunismo se presenta en principio como la mejor forma de superar los efectos nocivos que para la humanidad tiene la pervivencia de este régimen de propiedad. Marx procede a continuación a un análisis crítico de las distintas formas en que el comunismo se puede materializar. En el fragmento, en concreto, Marx analiza el comunismo como recuperación del ser humano en tanto que ser social.

Para Marx el desarrollo de la historia corre paralelo a la evolución de la humanidad y a la comprensión de la evolución de la humanidad y a la comprensión que los hombres se hacen de ella. La historia es contemplada aquí como un proceso generador que, con la abolición de la propiedad privada, da un salto cualitativo en su progreso. Este es al caso, según Marx, de Cabet y Villegardelle, a los que, si bien cabe considerar  como socialistas utópicos (Villegardelle fue seguidor de Fourier) debe serles reconocido haber puesto especial énfasis en la necesidad de que la propiedad privada quedara totalmente excluida en la nueva sociedad comunista que intentan construir. Esos socialistas establecen una sociedad alternativa, pero no superadora de la propiedad privada. La niegan pero no consiguen acabar con ella, permitiendo que exista o vuelva a repetirse.

Para Cabet, en concreto, la democracia completa era el comunismo, pero su consecución no se produciría mediante la revolución social, sino por el propio convencimiento. El hecho de que estos seguidores de los socialistas utópicos buscaran una fuente de autoridad en aquellos para justificar la necesidad de superar la propiedad privada, les aleja de lo esencial: no solo basta negar empíricamente la propiedad privada, sino también teóricamente, y para ello es necesario realizar un análisis económico profundo del funcionamiento del capitalismo.



Comentario de texto. "Manuscritos..." Texto 7



Texto 7 (líneas 125-140)

El comunismo como superación positiva de la propiedad privada en cuanto autoextrañamiento del hombre, y por ello como apropiación real de la esencia humana por y para el hombre; por ello como retorno del hombre para sí en cuanto hombre social, es decir, humano; retorno pleno, consciente y efectuado dentro de toda la riqueza de la evolución humana hasta el presente. Este comunismo es, como completo naturalismo = humanismo, como completo humanismo = naturalismo; es la verdadera solución del conflicto entre el hombre y la naturaleza, entre el hombre y el hombre, la solución definitiva del litigio entre existencia y esencia, entre objetivación y autoafirmación, entre libertad y necesidad, entre individuo y género. Es el enigma resuelto de la historia y sabe que es la solución.


Exposición de la temática del texto

En este capítulo del tercer manuscrito, perteneciente a los “Manuscritos de economía y filosofía”, de donde se extrae el fragmento, Marx reflexiona acerca de las consecuencias del trabajo alienado y de manera muy particular sobre su resultante más decisiva, la propiedad privada. El comunismo se presenta en principio como la mejor forma de superar los efectos nocivos que para la humanidad tiene la pervivencia de este régimen de propiedad. Marx procede a continuación a un análisis crítico de las distintas formas en que el comunismo se puede materializar. En el fragmento, en concreto, Marx analiza el comunismo como recuperación del ser humano en tanto que ser social.

En este nuevo contexto, Marx encuentra una solución tanto al problema de la relación ser humano-naturaleza, como al de la relación entre seres humanos.

En cuanto a la primera relación, afirma que cuando el hombre transforma la naturaleza en alimento, vestido, alojamiento, adorno, etc. (las necesidades materiales que aseguran la vida humana) dicha naturaleza es, al mismo tiempo, humanizada, esto es adecuada a la satisfacción de las necesidades humanas.

En cuanto a la segunda, la relación ser humano-ser humano, Marx señala que, en su trabajo con la naturaleza, el ser humano se asocia en cooperación con otros seres humanos obligándose a una coordinación en la que la relación productiva termina siendo eminentemente una relación social; una relación a través de la cual va a ir determinándose la idea que el ser humano tiene de sí mismo y al mismo tiempo del otro ser humano. Efectivamente, en dicha relación el ser humano se objetiva, sale de sí, se proyecta en los demás y con todo ello se reconoce a sí mismo como un ser social.

Las parejas de opuestos citadas por Marx en el texto, tales como hombre-naturaleza, esencia (lo que una cosa es, la identidad)-existencia (la dimensión exterior del ser de las cosas), objetivación (algo es puesto fuera, exteriorizado)-autoafirmación (afirmación de sí mismo), libertad-necesidad, individuo-género (el ser humano liberado de toda enajenación, emancipado), revelan hasta qué punto nuestro autor escribe esta obra bajo la influencia del pensamiento hegeliano. En la dialéctica de Hegel se afirma que del enfrentamiento de contrarios surge una síntesis superadora de cada uno de los polos contrarios tal como se encontraban por separado antes de dicho enfrentamiento.

Precisamente los que postula Marx en este texto es  la posibilidad de que en esta fase el comunismo pueda crear las condiciones para realizar una síntesis que favorezca la emancipación (desalienación) humana, el despliegue de todas las potencialidades del ser humano y la reapropiación de su esencia perdida en la enajenación de su existencia anterior. 

martes, 14 de abril de 2015

Comentario de texto. "Manuscritos..." Texto 6




Texto 6 (líneas -)

2º) El comunismo a) Aún de naturaleza política, democrática; b) Con su supera- ción del Estado, pero al mismo tiempo aún con esencia incompleta y afectada por la pro- piedad privada, es decir, por la enajenación del hombre. En ambas formas el comunismo se conoce ya como reintegración o vuelta a sí del hombre, como superación del extraña- miento de sí del hombre, pero como no ha captado todavía la esencia positiva de la pro- piedad privada, y memos aún ha comprendido la naturaleza humana de la necesidad, está aún prisionero e infectado por ella. Ha comprendido su concepto, pero aún no su esencia.

Exposición del tema del texto

En este capítulo del tercer manuscrito, perteneciente a los “Manuscritos de economía y filosofía”, de donde se extrae el fragmento, Marx reflexiona acerca de las consecuencias del trabajo alienado y de manera muy particular sobre su resultante más decisiva, la propiedad privada. El comunismo se presenta en principio como la mejor forma de superar los efectos nocivos que para la humanidad tiene la pervivencia de este régimen de propiedad. Marx procede a continuación a un análisis crítico de las distintas formas en que el comunismo se puede materializar. En el fragmento, en concreto, Marx analiza el comunismo democrático, comunismo en el que permanece intacta la esencia de la propiedad privada.

Dada la brevedad con la que Marx analiza esta fase del comunismo, resulta difícil hacerse una idea cabal de lo que, en definitiva, es su pensamiento a este propósito. Pero lo que sí resulta evidente es que, referida a una u otras propuestas, este tipo de comunismo es una superación fallida de la enajenación.

En esta fase parece superada la enajenación (alienación) política gracias a la instauración de un Estado democrático como órgano al que los seres humanos ceden su “fuerza social individual”. Sin embargo no se ha resuelto el problema de la enajenación en toda su amplitud dado que ha dejado intacta la esencia de la propiedad privada y no ha comprendido la naturaleza humana de la necesidad. Mientras exista la propiedad privada, el ser humano se relacionará con los demás seres humanos tratando de obtener un beneficio a costa de ese intercambio, y a medida que la técnica de intercambio se perfeccione a lo largo de la historia esa obtención del beneficio se hará cada vez más efectiva. Tal ocurre con la aparición del dinero ya que permite conservar, materializar o solidificar ese beneficio conquistado a los demás y convertir toda relación humana en relación mercantil, mientras que el valor creciente de las mercancías determina la progresiva devaluación de los hombres.

Algunos expertos señalan la posibilidad de que, en este caso, Marx se estuviera refiriendo a los socialistas utópicos, a los mismos autores a los que menciona al principio del capítulo del cual se extrae el fragmento, a saber: Poudhon, Fourier y Saint Simon.



Comentario de texto. "Manuscritos..." Texto 5



Texto 5 (líneas 78-112)

En la relación con la mujer, como presa y servidora de la lujuria comunitaria, se expresa la infinita degradación en la que el hombre existe para sí mismo, pues el secreto de esta relación tiene su expresión inequívoca, decisiva, manifiesta, revelada, en la relación del hombre con la mujer y en la forma de concebirla inmediata y natural relación genérica. La relación inmediata, natural y necesaria del hombre con el hombre, es la relación del hombre con la mujer. En esta relación natural de los géneros, la relación del hombre con la naturaleza es inmediatamente su relación con el hombre, del mismo modo que la relación con el hombre es inmediatamente su relación con la naturaleza, su propia determinación natural. En esta relación se evidencia, pues, de manera sensible, reducida a un hecho visible, en qué medida la esencia humana se ha convertido para el hombre en naturaleza o en qué medida la naturaleza se ha convertido en esencia humana del hombre. Con esta relación se puede juzgar él grado de cultura del hombre en su totalidad. Del carácter de esta relación se deduce la medida en que el hombre se ha convertido en ser genérico, en hombre, y se ha comprendido como tal; la relación del hombre con la mujer es la relación más natural del hombre con el hombre. En ella se muestra en qué medida la conducta natural del hombre se ha hecho humana o en qué medida su naturaleza humana se ha hecho para él naturaleza. Se muestra también en esta relación la extensión en que la necesidad del hombre se ha hecho necesidad humana, en qué extensión el otro hombre en cuanto hombre se ha convertido para él en necesidad; en qué medida él, en su más individual existencia, es, al mismo tiempo, ser colectivo.

La primera superación positiva de la propiedad privada, el comunismo grosero, no es por tanto más que una forma de mostrarse la vileza de la propiedad privada que se quiere instaurar como comunidad positiva.

Exposición del tema del texto.

En este capítulo del tercer manuscrito, perteneciente a los “Manuscritos de economía y filosofía”, de donde se extrae el fragmento, Marx reflexiona acerca de las consecuencias del trabajo alienado y de manera muy particular sobre su resultante más decisiva, la propiedad privada. El comunismo se presenta en principio como la mejor forma de superar los efectos nocivos que para la humanidad tiene la pervivencia de este régimen de propiedad. Marx procede a continuación a un análisis crítico de las distintas formas en que el comunismo se puede materializar.

En el fragmento, en concreto, Marx analiza el comunismo primitivo, comunismo que no constituye una verdadera erradicación de la propiedad privada y niega a la mujer su condición humana. En este comunismo, la forma de apropiación se reduce a una posesión meramente física y de carácter colectivo, al modo de lo que se podría llamar una propiedad privada generalizada. El fundamento de la propiedad privada, lejos de desaparecer, es por el contrario, reforzado, Aunque la posesión ha pasado a ser colectiva, la relación del hombre con las cosas sigue siendo de posesión y es precisamente ese afán de posesión lo que genera la envidia y la codicia que en esta fase no son de carácter individual sino comunitario.

En su análisis de la posición que el comunismo primitivo (al que también denomina grosero o tosco) asigna a la mujer, Marx trata de poner de relieve hasta qué punto este tipo de comunismo niega la relación hombre-mujer, esto es, la relación humana por excelencia. arrastrando con ello toda la degradación a la que puede llegar este tipo de sociedades. La naturaleza del ser humano consiste en la producción de su vida, que lo constituye en una doble relación: con la naturaleza y con los otros seres humanos, con la sociedad (relación social). El ser humano, su esencia, se objetiva en la naturaleza a la vez que la naturaleza se humaniza por medio de la acción recibida. En consecuencia, con esta relación se puede juzgar el  grado de cultura del ser humano en su totalidad, en qué medida el ser humano se ha convertido en ser genérico (en pleno desarrollo, liberado de toda enajenación: emancipado).  Se puede juzgar en qué medida la relación entre el hombre y la mujer un es una relación natural humana, en qué medida la necesidad del hombre se ha hecho necesidad humana, en qué medida  el ser individual es al mismo tiempo ser colectivo. La alienación del ser humano tiene su raíz en una determinada estructuración económico social histórica, cuando el ser humano ha dejado de reconocerse en un mundo creado por él, en el producto de acción y en su acción misma: con el trabajo alienado y la propiedad privada.

Aunque en su crítica Marx no cita un solo nombre como representante o defensor de este tipo de comunismo, algunos expertos piensan que con mucha probabilidad se estaba refiriendo a doctrinas sostenidas en su época `por algunos seguidores de Babeuf liderados por Filippo Buonarrotti y por algunas sociedades secretas tales como las de los “humanitarios” que defendían la abolición del matrimonio, la familia, la cultura burguesa, la ciencia y las bellas artes. Pero veamos el sentido de la alienación y cosificación en la que se encuentra el ser humano y el comunismo como superación positiva de la propiedad.